Tobarra (Albacete) Castilla La Mancha

 

Tobarra es un municipio español perteneciente a la provincia de Albacete, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. En 2020 tenía 7709 habitantes, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística.
Entre sus tradiciones destaca su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional, en la que sobresalen sus 104 horas ininterrumpidas de toque del tambor, por lo que se ha convertido en el lugar del mundo donde más horas se puede tocar de forma continuada. Dentro de la Semana Santa, destaca el acto de la bendición de Viernes Santo, en el Monte Calvario, con la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno ante más de 30 000 personas.​ Entre su patrimonio artístico, cuenta con la talla de la imagen de la Virgen Dolorosa de Francisco Salzillo (siglo xviii) y en su Museo del Tambor se exponen tambores de todo el mundo.
Monumento al tambor
Iglesia de la Asunción
El poblamiento de Tobarra es muy antiguo; en su término se han hallado útiles y lascas prehistóricas y un enterramiento ibérico en la Hoya de Santa Ana.


Además, Tobarra es uno de los municipios que forman parte de la Denominación de Origen Protegida Jumilla desde su creación en el año 1966, y acoge diversas bodegas como Nuestra Señora de la Encarnación y Hacienda Pinares.



Escudo de Tobarra

Escudo cuadrilongo de base redondeada (Español) En campo de plata, un castillo con tres torres aclarado de azur y mazonado de sable, surmontado de un águila de sable con dos leones rampantes de gules linguados y uñados, flanqueando la fortaleza. Al timbre Corona de Marqués.
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El origen del nombre es incierto, aunque con seguridad prerromano. Tobarra estuvo habitada ya en tiempos previos a la conquista romana de la península ibérica, como muestra el hecho de que la vía romana que unía Complutum (Alcalá de Henares) con Carthago Nova (Cartagena) se desviara unos kilómetros para pasar por Tobarra y retomara después su camino hacia Illunum (Minateda).

Edad Media
En época visigoda se construyó, a seis kilómetros del casco urbano actual, un eremitorio excavado en roca, junto a una cantera de mármol, que se utilizó desde tiempos romanos hasta bien entrado el siglo xvii. Este eremitorio está situado en la sierra que recibe el nombre de La Muela, entre la pedanía de Aljubé y la Laguna de Alboraj y en sus inmediaciones se encuentra el caserío de Alborajico, hoy casi deshabitado.

En época musulmana se edifica un castillo y una mezquita, esta última hoy desaparecida, así como una extensa red de regadíos, algunos de cuyos pozos originales, de época andalusí, todavía siguen abasteciendo de agua la que fue durante mucho tiempo una de las huertas más importantes de la provincia.

En 1243, la villa es reconquistada por el infante Alfonso de Castilla, (futuro rey Alfonso X el Sabio), quien la incorpora al alfoz de Alcaraz, aunque logra pronto su emancipación. Esta conquista se inscribe dentro de la reconquista del reino taifa de Murcia, heredero de la Cora de Tudmir. Más tarde, Fernando IV le concede una carta de privilegios, que serán confirmados por los sucesivos reyes y señores de Tobarra, hasta los Reyes Católicos.

En 1324 una expedición de Nazaríes arrasa Tobarra y se lleva a parte de la población esclava a Granada; por entonces ya había caído bajo el influjo del poderoso Señorío de Villena, que pronto pasaría a ser Marquesado. En 1476 se incorpora definitivamente a la corona castellana.

Tobarra tuvo una destacada importancia económica en el Sureste de la España medieval, como demuestran sus ordenanzas, que vieron la luz a finales del siglo XX.

Edad Moderna
El Domingo de Resurrección de 1766, varios días después que Madrid, Tobarra se convierte en el segundo lugar de España en levantarse ante la terrible crisis de subsistencias que estaba viviendo la nación, en el contexto del Motín de Esquilache; precisamente el propio Marqués de Esquilache había dormido en Tobarra la noche anterior camino del destierro.

En esta época, Tobarra se rige por el Reglamento de Propios y Arbitrios otorgado por Carlos III en 1762. Durante el siglo xviii, el sustantivo Tovarra se escribía con «v», hasta las reformas ortográficas de la Real Academia del siglo XIX.

Siglo XIX
En la inspiración política de la Constitución de 1812 intervino el sacerdote de Tobarra Ramón de los Santos García Pérez, que había escrito en 1805 un libro titulado Teoría de una Constitución Política para España.

Durante la Guerra de la Independencia, las tropas francesas del general Soult realizan importantes saqueos y destrozos en la villa los días 29 y 30 de septiembre de 1812, en su retirada de Murcia hacia Andalucía.9​ Más adelante, en 1834, Tobarra sufre una importante epidemia de cólera morbo que costó la vida de más de 300 personas en un mes.

Con la división provincial del ministro Javier de Burgos, en 1833, la villa pasa a ser una localidad de la provincia de Albacete, perteneciente al antiguo Reino de Murcia.

Siglo XX
Las primeras décadas del siglo xx Tobarra vivió un florecimiento económico y comercial debido al cultivo del esparto y a su situación estratégica para el transporte de mercancías.

En 1936, la destrucción que llevó aparejada la Guerra Civil Española acabó con la casi totalidad del patrimonio histórico local, con la excepción de la cabeza de la imagen del Ecce Homo y de la Virgen de los Dolores, obra del escultor Francisco Salzillo.

Durante la Guerra Civil Española, Tobarra permaneció fiel al gobierno de la Segunda República, pese a que entre el 18 y el 24 de julio de 1936 la Guardia Civil local se había sublevado.12​ Durante los años 1937 y 1938 en Santiago de Mora y Mora de Santa Quiteria hubo colectividad agraria ligadas a la CNT.

Alrededor de 1950 alcanzó Tobarra su máximo histórico de población, casi 14 000 habitantes; desde entonces, la política desarrollista del franquismo desvió el crecimiento hacia el Levante y hacia las capitales de provincia y las capitales de comarca, privando a Tobarra de los recursos y las inversiones necesarias para crecer de manera sostenible.





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