Plaza del Ayuntamiento
Iglesia de San José construida por Santa Teresa de Jesús
La cruz en la aldea de El Cristo del Espíritu Santo
Plaza del remedio
Casa rural Luciana
Monasterio de San José Teresiano
Puente romano del Molino Carrillo
Parroquia de Santa María Magdalena
Interior de la Parroquia de Santa María Magdalena
Sierra de Malagón
Vides y olivos en los campos de Malagón
Escudo municipal
Escudo cuadrilongo de base redondeada; acuartelado.
En el tercer cuartel en campo de plata, la Cruz de la Orden Carmelitana con tres estrellas de color marrón que recuerdan que Santa Teresa construyó aquí su tercera fundación, el Marqués de Malagón, Antonio Ares Pardo de Saavedra, era marido de Dª. Luisa de la Cerda que fue la persona que hizo posible con sus gestiones y generosidad que Santa Teresa fundara en nuestra localidad el convento.
El cuarto y último cuartel figura la corona del Marqués, título del Reino que ostentó Ares Pardo de Saavedra, quién otorgó el 5 de mayo de 1552 la denominada Escritura de Concordia de los Estados Ducales de Medinaceli a favor de los vecinos de Malagón. Escritura confirmada por Real Orden de Carlos I, dictada en Madrid el 11 de Junio de 1553, y volviendo a ser confirmada por Carlos III en Granada el 3 de diciembre de 1772.
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Las evidencias más antiguas de poblamiento humano en la zona de Malagón se remontan al Paleolítico. De este período abundan los yacimientos con industria lítica en superficie atribuida principalmente al Paleolítico Inferior y Medio.
Parece que estos primeros grupos humanos tuvieron sus primeros establecimientos en torno a las terrazas fluviales del Guadiana Medio desde donde penetran en el Achelense Superior sus afluentes como el Río Bañuelos y El Bullaque. El Achelense superior supondría el primer momento de difusión territorial importante durante el Paleolítico, donde encontramos dos asentamientos muy significativos en la Submeseta Sur : El Sotillo en Malagón y Las Casas del Río en Porzuna.
En el Paleolítico Medio, se produce una expansión del poblamiento por el territorio que nos ocupa, multiplicándose los asentamientos en las terrazas bajas de los ríos, afluentes y zonas lacustres (Bañuelos, Becea, Las Navas, etc.)
En el término municipal de Malagón, se han identificado varios yacimientos que podrían ser neolíticos; este es el caso de la Raña del Moro II y III, ambos sobre la terraza del actual río Bañuelos.
En Malagón, existe un acusado poblamiento en época del Bronce, donde nos encontramos con una serie de yacimientos en altura como es el caso de El Moledero, El Fraile y la Monja, El Castillejo , Morrilla de la Nava ... cuya característica común es que son pequeños establecimientos con un marcado carácter defensivo (presencia de morras y líneas de murallas). Estos yacimientos se encuentran localizados en una situación estratégica, porque desde ellos se tiene un amplio control visual, tanto a zona llana, como de los pasos naturales.
Pero sin duda, el yacimiento más significativo correspondiente a este periodo es la Plaza de los Moros, en el que se ha encontrado materiales cerámicos de la Edad del Bronce, Hierro y Medieval.
Con la llegada y establecimiento de los musulmanes, a partir del siglo VIII, la mayor parte del actual territorio castellano-manchego constituyó la denominada Frontera o Marca Media, que no configuraba un espacio administrativo unitario, sino que estaba constituido por diferentes distritos de límites muy variables.
La configuración espacial de la Marca Media puede considerarse que fue su condición de frontera y el tratarse de una zona de paso, factores que incidieron de una manera muy directa en la dispersión de su poblamiento, en la vertebración de las vías de comunicación y en la organización de su sistema defensivo.
Tras la creación de la Taifa de Toledo en 1031, pero sobre todo a raíz de la caída de la ciudad en manos de Alfonso VI en 1085 hasta la victoria cristiana de las Navas de Tolosa en 1212, el territorio se encuentra sometido a constantes enfrentamientos entre grupos cristianos contra contingentes Almorávides y Almohades.
En todo este contexto histórico hay que relacionar el posible origen del actual núcleo de Malagón. En primer lugar, tras la batalla de Las Navas de Tolosa, Calatrava la Vieja no se pudo recuperar como núcleo poblado tras la capitulación y la cabecera de la Orden tuvo que trasladarse a Calatrava La Nueva en 1217. Esto provocó que Calatrava La Vieja ya no fuera centro político, configurándose Malagón como un cruce de Caminos Reales con dos de sus trayectorias, la de Toledo a Córdoba que pasa por el mismo pueblo en su tramo de Malagón-Fernán Caballero-Peralvillo-Pozuelo de Don Gil, y la desviación hacia Granada que discurre por el extremo oriental para cruzar el Guadiana por el puente de Malvecinos y continuar hacia Carrión.
La Encomienda de Malagón tuvo por núcleo originario el castillo de este nombre. Alfonso VIII en el año 1180 donó la mitad del castillo a la Orden de Calatrava y esta adquirió la otra mitad el año 1188 por 400 maravedíes. La Encomienda de Malagón destacó en el Campo de Calatrava por sus pastos, que ocuparon 39.528 hectáreas en el conjunto de sus dehesas.
Coincidiendo con la Reconquista de la zona, el Castillo de Malagón albergó a los Reyes Alfonso VII y Alfonso VIII con ocasión de la firma de dos Reales Cédulas para la repoblación del territorio y a Juan II de Castilla.
Felipe III elevó a rango de Marquesado al conceder conjuntamente al matrimonio el título de Marqueses de Malagón (16 de febrero de 1599). En 1622, el Marquesado de Malagón quedó vacante y después de muchos pleitos vino a recaer éste junto a sus señoríos anexos de Fernán Caballero y Paracuellos de Jarama en el II Conde de Villalonso, Diego Ulloa Sarmiento III, descendiente de una tía de la última titular llamada también Guiomar Pardo.
Así, en el primer cuarto del siglo XVIII, los dominios de la Casa de Malagón, cayeron en la de Santisteban del Puerto y con Joaquina María de Benavides y Pacheco, IX Marquesa de Malagón, pasó a la Casa de Medinaceli por estar casada con Luis María Fernández de Córdoba IV y XIII Duque de Medinaceli. La extensión superficial del Marquesado se aproximó a los 891,95 km², sin contar con Fernán Caballero y Paracuellos de Jarama.
El señor de Malagón adquirió la jurisdicción civil y criminal, ejerciendo el derecho de patronazgo sobre la Iglesia.
En el siglo XIX, la historia de Malagón viene marcada por las dificultades del mundo agrario de su entorno. El comienzo de este siglo supone la incorporación del Marquesado de Malagón a la Casa de Medinaceli. Durante este siglo Malagón no estará al margen de los acontecimientos nacionales, así participará en la Guerra de la Independencia Española y en las Guerras Carlistas.
Durante la Guerra Civil, Malagón quedó dentro de la zona republicana, así durante la guerra se agudizó la crisis económica, política y social de Malagón, con consonacia con la grave situación de España.
Con el fin de la guerra y durante la dictadura franquista, los años 40 van a suponer un período de penuria económica. La recuperación de la actividad agraria y el estraperlo fueron las principales fuentes de ingresos. Con los años 50 y 60 se produjo una recuperación económica, aumentó la producción agraria y también aparecieron nuevas industrias.
Entre 1930 y 1960 se produjo un aumento demográfico que hizo que se pasaran de 8.741 habitantes a 11.208, esto provocó una emigración a zonas industriales como Madrid o Cataluña que provocó que en 1981 Malagón contara con tan solo 7935 habitantes. Esta década de los 80 también supuso el abandono de la huerta de Malagón y el paso al cultivo de secano, la agricultura entra en crisis y el sector agrario sufre un descenso en la actividad. Por el contrario, el sector comercial y de servicios ha sido el más beneficiado y es el que, hoy en día, cuenta con un mayor porcentaje de población activa, por encima del sector agrario. En los años 90, se produce un cambio en Malagón, ya que desaparece la estación de ferrocarril.
Actualmente, Malagón cuenta con 8200 habitantes, y se encuentra inmerso en un proceso de expansión urbanístico, debido a la cercanía a Ciudad Real y por situarse en un nexo de comunicaciones entre el Norte y el Sur (Toledo-Ciudad Real) y Este-Oeste (La Mancha- Montes de Toledo).
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