DAIMIEL (Ciudad Real) Castilla la Mancha

 

Plaza de España de Daimiel, en primer plano a la izquierda el Ayuntamiento, al fondo el olivo milenario
olivo milenario

Galería Casa de los Carrillo S.XVI
Fuente "La Manola" detrás, Parroquia de Santa María la Mayor.
Parroquia de San Pedro Apóstol
La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Daimiel nació como consecuencia del crecimiento de la población de la localidad. Las autoridades de la época pidieron licencia al emperador Carlos I para construir otra iglesia parroquial, a lo que el monarca accedió y dio autorización en Valladolid el 10 de febrero de 1542.
Las características son: planta de cruz latina, de orden dórico, bóvedas de ladrillo, arcos torales de cantería y suelo de baldosas de alfarería, que se encuentran a día de hoy cubiertas por madera. Las bóvedas llevan una sencilla crucería, que es estrellada en el crucero y el ábside. En las columnas de estos hay restos muy deterioraos de bustos y un jarrón de flores, así como, en la parte superior izquierda del crucero, hay unas cabezas sosteniendo las basas de los arcos conocidos desde antiguo como “los sátiros”.
Venta de Borondo
La Venta de Borondo representa un modelo de arquitectura surgido en el siglo XVI para atender a las necesidades de los caminantes, cuya relación con los caminos históricos le presta una innegable singularidad.
El elemento principal de la Venta es una construcción de planta rectangular, con dos plantas y torreón en la esquina suroeste, con un patio central de distribución. La fachada principal se orienta al este y tiene dos pisos con tres vanos en cada planta, que presentan una cierta simetría respecto del eje central. El acceso principal se realiza en esta fachada por una puerta de doble hoja en su punto central, que tiene exteriormente dos medias columnas adosadas al muro, flanqueando la puerta, sobre basamentos, con capiteles y friso incompleto, faltando una de las medias columnas, fuste y capitel. A ambos lados hay ventanas rectangulares de proporciones verticales, con rejas de hierro salientes de fachada. La puerta cuenta a ambos lados con sendos poyetes de fábrica.

Parque nacional de las Tablas de Daimiel
Las Tablas son el último representante de un ecosistema denominado tablas fluviales que se forman por los desbordamientos de los ríos en sus tramos medios, favorecidos por fenómenos de semiendorreísmo y por la escasez de pendientes.
El parque cuenta con unos humedales formados a partir de la confluencia del río Guadiana y su afluente Gigüela y es uno de los ecosistemas acuáticos más importantes de España debido a la fauna y flora que habitan en ella. También es importante por el gran número de aves migratorias que pasan por la zona como los ánades y los ánsares.


Las Tablas de Daimiel pueden considerarse, dentro de una clasificación hidrológica-estructural de los humedales, como un "hidrohumedal de recarga"; en teoría, con disposición plurianual de agua superficial, que recarga constantemente el acuífero infrayacente. Aunque en los tiempos actuales, a veces se asemeja más a un "higrohumedal", de recarga temporal.


Las Tablas de Daimiel están formadas por las aguas de dos ríos de diferente naturaleza, lo que las convierte en un ecosistema privilegiado: el agua del río Gigüela que procede de los páramos de Cabrejas en la serranía conquense aporta aguas salobres, mientras que el río Guadiana aporta aguas dulces que surgen de sus ojos aproximadamente a unos quince kilómetros al norte del parque nacional, en el término municipal de Villarrubia de los Ojos.
Escudo de Daimiel

Escudo cuadrilondo de base redondeada (español). En campo de plata, una cruz flordelisada de gules cargada de un castillo de oro, levantado y donjonado, mazonado de sable y aclarado de azur. Timbrado de corona real española.

Un castillo, porque la villa surgirá alrededor de la fortaleza edificada por los caballeros calatravos en defensa, y ataque, contra el Islam fronterizo de allende Sierra Morena. Además, la propia encomienda se justificaba por el castillo, del cual el comendador siempre fue alcaide. Naturalmente, la tipología del castillo es la del Real de Castilla. La colorada cruz de Calatrava era, y es, el signo identificativo de la Orden Militar de su mismo nombre, y pregona la dependencia de la villa, cuya jurisdicción ostentaban los freiles caballeros. Heráldicamente se suele utilizar la venera barroca, de brazos cerrados al centro, aunque si se pintara un castillo de diseño medieval habría que utilizar entonces una cruz flordelisada de brazos abiertos. El fondo del escudo será blanco, color del hábito y banderas de los monjes-soldado hispánicos.
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Se trata de uno de los poblamientos más antiguos de la provincia de Ciudad Real, ya que las excavaciones arqueológicas han señalado que existía ya en el 4000 a.C. un poblado fortificado (Motilla), con un pozo de agua dulce, situado cabe el río Azuer. Sus orígenes se remontan, pues, a la Edad del Bronce con el yacimiento arqueológico de la Motilla del Azuer (2200-1500 a. C.), sin lugar a dudas el más emblemático y representativo de la llamada Cultura de las Motillas. Se puede decir que es un monumento excepcional ya que no hay muchos iguales en toda la península ibérica. Dentro de estas han sido encontrados dos espacios separados: recinto interior fortificado y un patio trapezoidal.
La frontera entre la Carpetania y la Oretania nos es muy difícil de precisar. Diversas vías romanas cruzaban el término de Daimiel, la Vía de Toledo-Andújar pasaría por la Venta de Borondo, (identificada posiblemente como la Mansión Mariana del Itinerario de Antonino) continuando por la Cañada del Carrerón proveniente del Puente de Villarta. Sobre el río Azuer se alza el “Puente Viejo”, compuesto de tres ojos y sin pretiles, continuación de la Senda de los Mártires (calzada secundaria).
En el año 711 los árabes, sirios y bereberes del naciente islam triunfante en el norte de África invaden la península ibérica, destruyendo el reino hispanogodo de Toledo en nombre del califato omeya de Damasco. Establecerán, poco después, los emires independientes de Córdoba en la fortaleza de Calatrava la Vieja una capital comarcal; más tarde, y bajo su jurisdicción, se construiría el Castillo de Daimiel (que abarcaba desde la plaza de la Paz, Subida al Castillo, calle de Jesús, calle Castillejos y calle Luchana) para así controlar mejor la línea defensiva del Guadiana frente a los reinos cristianos. Éste será el originario asentamiento de Daimiel a cuyo alrededor se agruparía una escasa población hasta ese momento dispersa. Los musulmanes (muladíes y, posteriormente, mudéjares) tuvieron su mezquita en el sitio que posteriormente ocupará la iglesia de San Juan, cercana al Castillo fundacional. La orientación de esta mezquita era hacia Oriente, existen restos de una posible cúpula y de dos hornacinas. De la existencia de ésta dan fe las Relaciones de Felipe II, donde se dice «...es una casa que tenían por mezquita antiguamente los moros...».

En el año 1212 los cristianos, capitaneados por Alfonso VIII de Castilla, salieron triunfantes en la batalla de Las Navas de Tolosa, pasando el territorio de la Mancha, entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, a manos, principalmente, de la Orden de Calatrava, compartiendo el resto del territorio de lo que hoy conocemos como provincia de Ciudad Real con la Orden de San Juan y la Orden de Santiago. La actividad de las Órdenes Militares cristianas se centraba en repoblar las tierras conquistadas a los musulmanes durante el secular proceso de la Reconquista, fijando así el control de los territorios del Reino de Toledo y asegurando su defensa frente a los sarracenos andalusíes o africanos. En la segunda mitad del siglo xiii Alfonso X el Sabio fundó la famosa Hermandad del Honrado Concejo de la Mesta, cuyos ganados discurrían por las cañadas reales, cordeles y veredas. Uno de los puntos de la Orden de Calatrava para el cobro de derechos de montazgo y barcajes, estaba situado en Villadiego, un extremo del término de Daimiel, sobre la vía pecuaria llamada «Cañada del Carrerón». En Daimiel es probable que hubiera judíos desde antes de la dominación goda, agrupándose en la actuales calles de San Roque, Pacífico y Santa María. La ermita de San Roque habría sido su sinagoga, cristianizada después de su expulsión. La comunidad de moriscos daimieleña estaba asentada en el "Barrio Nuevo", al pie del castillo, alrededor de San Juan, su antigua mezquita. En 1502 los antiguos mudéjares de las Cinco Villas del Campo de Calatrava se convirtieron a la fe de Cristo. Entre los años de 1538 y 1550 la Inquisición de Toledo juzgó a unos 60 falsos conversos, de los más de 400 moriscos que moraban en la villa; no murió ninguno, pero el islam fue total y definitivamente aniquilado en Daimiel. Después de 1545 fueron regresando los reconciliados y condenados a cárcel perpetua, siendo conmutada la pena por otras penitencias espirituales, sobre todo a los más influyentes y a las esposas de cristianos viejos.
Durante los siglos xvi y xvii (época de los Austrias) Daimiel continuó siendo cabeza de encomienda en la Orden de Calatrava cuyo administrador perpetuo es el rey por concesión pontificia, bajo la jurisdicción del gobernador del Campo de Calatrava que residía en Almagro, y regida por un alcalde mayor del rey.

Según las Certificaciones de 1846 (fols. 105&106), del perdido libro de 1640 titulado Visita General de los Derechos de la Mesa Maestral en el Campo de Calatrava, Daimiel tiene más y la pertenece el Pedido de San Miguel (pagadero en fines de septiembre) que el Concejo de la dicha villa paga en cada un año 14 444 mrs. en reconocimiento del universal señorío de los términos de la villa, la cual y reparte el Concejo en cada un año entre los vecinos de ella. Pertenécele más a la Mesa Maestral la mitad de los Mrs. porque el Concejo de dicha villa vende el aprovechamiento de sus terrenos y dehesas así a pasto como a labor, y si las dichas dehesas se labran, el diezmo del pan enteramente pertenece a la Mesa Maestral, y si la pastan serranos el medio diezmo del ganado que en ella se cría deben a la Mesa Maestral, y otras cualesquier de afuera de la Orden, el cual dicho hervaje se cobra por vía ejecutoria por la averiguación que en ella se hace; y el diezmo de la lana que desquilaren en la dicha villa por vecinos de afuera de la Orden, es de la Mesa Maestral. El 1 de enero de 1563, en Daimiel, Felipe II firmaba YO EL REY, con Francisco de Eraso como secretario, en una Real Cédula dirigida al Prior del Convento de San Benito de la Orden de Alcántara, en cuyo Registro de 1561-65 se conserva al folio 124 recto. Muy escasos son los documentos que se guardaban en el archivo del Sacro Convento de Calatrava referentes a la encomienda de Daimiel. El más antiguo es de 1509 y fue el mandamiento de los visitadores calatravos a los vecinos de dicha villa para que manifestasen, como manifestaron, los censos que tenía de la Orden. Los restantes se referían a la ermita de Santa María de la Sierra, a una capellanía fundada en Daimiel en 1534, y a las Descripciones de la encomienda desde 1527 a 1631.

El siglo de los Borbones comienza con la Guerra de Sucesión (1700-1714) que entronizará una nueva dinastía, de origen francés, en la Corona de Castilla. En su Discurso sobre el fomento de la industria popular (1774), el ilustrado y primer conde de Campomanes dice de Daimiel:
El madrileño Manuel Pando Fernández de Pinedo (1792-1872), marqués de Miraflores, en su juventud se dedicó al estudio, muy propio de la Ilustración, del adelanto de la industria nacional, creando un gran establecimiento agrícola en Daimiel. Durante la Guerra de la Independencia, el 12 de abril de 1809, desde su Cuartel General de Daimiel, escribe el general Sebastiani, jefe del 4º Cuerpo de Ejército francés, la famosa carta a Jovellanos, exhortándole para que obedezca al «benéfico» poder intruso y se una al gobierno afrancesado, que el prócer asturiano contestará cumplida y patrióticamente el 24 del corriente.

Hay sentencia judicial contra Daimiel, por su rebeldía contra la Mesa Maestral, de 18 de noviembre de 1820. La creación del Partido Judicial de Daimiel fue llevada a cabo en virtud de una ley hecha en Cortes y comprendía los pueblos de Daimiel (como cabeza de partido) Arenas de San Juan, Fuente el Fresno y Villarrubia de los Ojos. El Consejo de Ministros aprueba, en junio de 1856, la construcción del ferrocarril de Ciudad Real a Extremadura. En diciembre de 1860 se inauguró el transporte ferroviario en Daimiel. En septiembre de 1880 se funda el Colegio de San José, de Primera y Segunda Enseñanza. El telégrafo comenzó a funcionar en diciembre de 1880, instalándose sus oficinas en la calle Caldereros (actual calle de Quevedo); siendo trasladadas en 1887 a la calle Gregorio Molinero. Según carta de 1881 del Secretario de Cámara del Obispado-Priorato a Marcelino Menéndez y Pelayo, se publicó en Daimiel un semanario de corta vida llamado El Criterio, afín a la secta espiritista. En el periódico madrileño LA UNIÓN, el día 7 de enero de 1880, se publicó lo siguiente: "Dirigido por nuestro correligionario y amigo D. José Zaldívar, ha comenzado a ver la luz pública un periódico semanal titulado El Criterio de Daimiel, que es el primer periódico que aparece en aquella localidad. Bienvenido sea el colega, a quien deseamos larga y próspera vida, como lo merecen sus nobles propósitos y sus varoniles artículos". Los días 12 y 13 de diciembre de 1884 estuvo Alfonso XII en Daimiel para una cacería de patos en las Tablas, tras ser recibido por el alcalde liberal don Enrique Rodríguez de la Rubia y Fisac. Comba, director de La Ilustración Española y Americana, dibujó sendos grabados de la regia jornada, figurando en uno de ellos la carambola que realizó el rey al matar dos piezas de un solo tiro de escopeta. El 21 de agosto de 1887, la reina regente María Cristina concedió a la hasta entonces villa el título de ciudad. Daimiel en aquel momento tenía una población de 12 000 habitantes.

En la tarde del martes 6 de mayo de 1890 ocurrió la desgracia de perecer ahogados, al atravesar en un bote la charca nombrada El Cachón de la Leona, el ingeniero agrónomo jefe de la Comisión Técnica Provincial para la extinción de la plaga de langosta, el teniente de alcalde Salvador Torres, el alguacil Vicente Madridejos, y el joven estudiante de diecisiete años Manuel Mauri, de nombrada familia daimieleña. El auxiliar del ingeniero Juan José Villegas, que se quedó esperando en la orilla, sólo pudo observar impotente cómo se hundían los infelices en lo más profundo de las caudalosas Tablas. Levantó los cadáveres, que se fueron encontrando durante la noche y la mañana siguiente, el juez Otón Peñuelas; actuando de forense el médico Gaspar Fisac. El Ayuntamiento costearía el funeral y entierros de las víctimas del accidente. En varios de sus Episodios Nacionales el escritor Benito Pérez Galdós menciona a Daimiel.
La Segunda República, instaurada en 1931, fue un periodo histórico que destacaría en todo el territorio español como una época de grandes cambios, progreso cultural y reformas sociales. Entre otros avances, una de las más profundas transformaciones se llevaría a cabo en el sector de la educación pública, donde se construyeron miles de escuelas y centros educativos; un ejemplo de ello, en la ciudad, sería el Colegio de San Isidro, que data de aquellos años.

El 18 de julio de 1936, tras la sublevación el día anterior de la mayoría del ejército en Marruecos, comenzó la Guerra Civil, quedando rápidamente la provincia de Ciudad Real fuera de los frentes de batalla. Durante los primeros días de octubre de 1937 se asentó el cuartel general del “XX Cuerpo de Ejército”. Además existe constancia de la presencia de un aeródromo y un hospital de sangre. Daimiel al igual que el resto de la zona, jugó un papel importante como reserva económica de la República durante la Guerra Civil, localizándose tres importantes colectividades agrarias en su término, una de la UGT, otra de la CNT y otra del PCE. La más importante fue sin lugar a dudas la primera de ellas, contaba con 850 afiliados mientras la segunda de ellas acogía a 600 miembros. Ocupaban las fincas más importantes de Daimiel, como Zacatena, Ardales, Casablanca, Encinas, Madara, Nava, Navaseca, etc. Se producía gran cantidad de productos agrícolas y ganaderos que sirvieron para alimentar a sus integrantes y al ejército republicano. Durante el periodo de la Guerra Civil, Daimiel, así como el resto de la provincia destacarían por ser uno de los últimos feudos de resistencia antifascista en ser conquistados por el bando franquista. Demostrando algunas personas de este pueblo, el compromiso que mantenía con las fuerzas progresistas. Este hecho está corroborado por supervivientes y descendientes de las personas de tal periodo, que a día de hoy todavía viven. En la misma medida, en Daimiel se produjo una fuerte represión en los primeros meses de la contienda con el resultado de abundantes víctimas mortales, expulsiones, encarcelamientos y persecuciones religiosas.
Al finalizar la Guerra Civil, militantes revolucionarios y antifascistas, que defendieron al gobierno de la II República y los principios de la lucha obrera, fueron juzgados por los asesinatos y la participación activa en la persecución de clérigos y monjas que se produjo desde julio a bien entrado noviembre de 1936. Durante la dictadura de Francisco Franco, Daimiel también vivió un gran éxodo de su población a las grandes ciudades (principalmente a Madrid, Valencia y Barcelona).

El parque nacional de las Tablas de Daimiel (Reserva de la Biosfera, ZEPA, LIC y zona húmeda de importancia internacional del Convenio de Ramsar) fue creado por RD 1874/1973, de 28 de junio; con reclasificación mediante Ley 25/1980, de 3 de mayo, y ampliación en 2014. Es compartido con Villarrubia de los Ojos.

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