Escudo de la ciudad
Escudo cuadrilongo de base redondeada; cortado y medio partido (en realidad, medio partido y cortado) . 1.º, de gules, la cruz de San Juan de Jerusalén o de Malta. 2.º, quince puntos de ajedrez de azur y plata (que es Toledo). 3.º, de azur, el yelmo de plata de Mambrino (en realidad, de oro, con espada y lanza cruzadas y acoladas al yelmo, todo de sable) . Al timbre, corona ducal, evocadora de la Casa de Alba.
Argamasilla de Alba se encuentra enclavada en la parte más llana de la meseta manchega. De sur a norte siempre la cruza el río Guadiana y el Canal del Gran Prior, y de este a oeste la Cañada Real de Cuenca o Vereda Soriana. En su subsuelo se encuentra el acuífero 23. En su término municipal está enclavado el parque natural de las Lagunas de Ruidera y el embalse de Peñarroya, a 12 kilómetros de la localidad.
Ayuntamiento
Cuenta con una población de unos 6.900 habitantes y un término municipal de más de 396 kilómetros cuadrados, limitando con los términos de Tomelloso, Alcázar de San Juan, Manzanares, Alhambra, La Solana y Ruidera.
Casa de Medrano
En el año 1863 la Casa de Medrano, construida encima de la cueva del mismo nombre, fue adquirida por el infante don Sebastián Gabriel de Borbón, prior de la orden de San Juan, con el fin de desarrollar en ella actos culturales y otras actividades. Entre otras cosas, invitó al editor Manuel Rivadeneyra para que trasladase allí su imprenta, y allí, en la cueva, hizo una edición del Quijote, en el año 1863. Esta edición tuvo un prólogo del dramaturgo español Hartzenbusch, quien además da noticia de la casa en cuestión y dice «maltratado y ruinoso el corredor que da vueltas al patio, lo demás de la fábrica subsiste duradero».
Este edificio de arquitectura moderna y funcional, aunque con rasgos inequívocos de la arquitectura manchega tradicional, cobija en su interior la famosa Cueva de Medrano o Cueva de Cervantes, lugar en el cual, según la tradición, estuvo preso Miguel de Cervantes y comenzó a escribir el Quijote.
Entre sus dependencias, además de la cueva, podemos visitar una exposición del pintor valdepeñero Gregorio Prieto, compuesta por 17 obras de tema cervantino; un moderno corral de comedias con numerosos bustos de personajes del Quijote pertenecientes al escultor local Cayetano Hilario; la biblioteca municipal “Cervantes”; y la oficina de turismo.
Cueva de Medrano
Las palabras que Cervantes escribe en su prólogo donde dice «¿Qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco [?] como quien se engendró en una cárcel donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación?».
El hecho de que tal cuestión se extendiera entre los contemporáneos de Cervantes, que según parece, estaban convencidos de que escribió en este lugar la obra. Ya en 1614, Alonso Fernández de Avellaneda, quien tiene un monumento dedicado en el pueblo, en El Quijote Apócrifo dice: al Alcalde, Regidores y hidalgos de la noble villa de Argamesilla de la Mancha, patria feliz del hidalgo caballero Don Quijote de la Mancha?
La mención a que hace Cervantes al final de la primera parte del libro, citando uno a uno a los «académicos» de Argamasilla: el Monicongo, el Paniaguado, el Caprichoso, el Burlador, el Cachidiablo y el Tiquitoc.
El cuadro-exvoto de la iglesia de San Juan Bautista, cuya leyenda habla de la enfermedad mental de un caballero de la villa llamado Rodrigo Pacheco, a quien debió conocer Cervantes durante su estancia en Argamasilla. Según cuentan, este caballero tenía una hermana (otros dicen que era una sobrina) llamada Aldonza. Se le describe, además, como describe Cervantes a su personaje.
El hecho es que en Argamasilla no dudan de que Cervantes estuvo allí preso y allí escribió la Primera Parte del Quijote, y por tanto en esta localidad manchega se celebran bastantes actos culturales y homenajes, todos ellos relacionados con el ilustre escritor. En 1990 la situación de deterioro y ruina de la casa de Medrano era alarmante. El Ayuntamiento junto con otras entidades decidió su rehabilitación y el 23 de abril de 1994, conmemorando la muerte de Cervantes, se inauguró el nuevo edificio que se destinó a biblioteca municipal, galería de exposiciones, auditorio y oficina de turismo. La cueva fue totalmente respetada.
Iglesia de San Juan Bautista
Su construcción data del Siglo XVI. Se presenta como inconclusa a los pies, no se sabe bien la causa, aunque posiblemente la principal fuera por la falta de recursos o de subvención por parte de la Orden de San Juan. Este hecho nos ha legado un espacio original a la vez que muy interesante para estudiar y comprender las formas constructivas de este tipo de iglesias.
Altar mayor
Ermita de San Antón
La ermita de San Antón está levantada sobre el antiguo solar ocupado por la ermita dedicada a San Vicente Ferrer, según el Diccionario Geográfico de Inocente Hervás y Buendía, la actual dataría de una reconstrucción de 1796, por parte de la hermandad de la Veracruz y la Santa Faz, siendo más tarde dedicada a la veneración de San Antonio Abad (San Antón).
Arquitectónicamente, presenta un espacio cuadrangular, cubierto por una bóveda sobre pechinas, sin tambor y rematada por un pequeño linternín de donde procede la iluminación interior. Este espacio cuadrangular se halla precedido por un pequeño vestíbulo, que antes estuvo abierto como portal de entrada, cerrándolo con posterioridad. El espacio interior queda pues reducido a un pequeño rectángulo y el espacio centralizado cubierto por cúpula.
La decoración sencilla, queda reducida a las pechinas donde aparecen distintos instrumentos relacionados con la pasión de Cristo, clavos, corona de espinas, gallo de la negación, etc. Durante la Guerra Civil, fue utilizada como almacén y no sufrió graves deterioros, conservó la talla del Santo titular, tallada en madera y con un expresivo rostro. De su antigua vinculación con la hermandad de la Veracruz y la Santa Faz, el retablo que cobija la talla del santo, se corona con una imagen de la Santa Faz, de factura reciente, pero como nos recuerda la inscripción, se hace para recordar otra que presidió anteriormente.
Rebotica de los «Académicos»
La Rebotica de los «Académicos» es un lugar de celebración de reuniones cervantistas de los «Académicos de Argamasilla» (entidad, entonces ficticia, imaginada por Cervantes). Fue aquí donde Cándido, Luis, Francisco, Juan Alfonso y Carlos se reunieron con José Martínez Ruiz Azorín cuando, con motivo del tercer centenario del Quijote, en 1905, este visitó la villa, afirmando no haber «conocido jamás hombres más discretos, más amables, más sencillos que estos buenos hidalgos».[cita requerida]
De este modo describió el sitio el de Monóvar en su libro La ruta del Quijote: «Y ponemos nuestras plantas en la botica; después pasamos a una pequeña estancia que detrás de ella se abre. Aquí, sentados, están don Carlos, don Francisco, don Juan Alfonso. Los tarros blancos aparecen en las estanterías; entra un sol vivo y confortador por la ancha reja; un olor de éter, de alcohol, de cloroformo, flota en el ambiente».
En el IV Centenario, en 2005, recibió la visita del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.
Casa del Bachiller Sansón Carrasco
La Casa del Bachiller Sansón Carrasco es una casa típica manchega, situada en el número 1 de la calle Académicos de la Argamasilla. Según la tradición vivió el bachiller Sansón Carrasco o Caballero de los Espejos. En la primera década del siglo xxi, el edificio, de propiedad privada, se encontraba en estado ruinoso, por lo que el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba estaba gestionando su adquisición con el fin de restaurarlo y convertirlo en lugar visitable.
El bachiller Sansón Carrasco es un personaje de la novela Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra. Hace su aparición en la segunda parte del libro (publicada en 1615), la cual resulta fundamental en el desarrollo de los acontecimientos.
Castillo de Peñarroya
El castillo de Peñarroya es una de las fortalezas que aún se conservan en el territorio de los que los caballeros hospitalarios poseyeron en La Mancha, el denominado Campo de San Juan. Está situado a 12 km de Argamasilla de Alba, en dirección a Las Lagunas de Ruidera, constituyendo la entrada al parque natural. Fue conquistado en el año 1198 por las órdenes coaligadas de Santiago y San Juan, y adscrito definitivamente a esta última en 1215. En el siglo xiv Peñarroya era, sin duda, la encomienda más importante de la Orden de San Juan desde el punto de vista económico. Se trataba de una fortaleza para garantizar el aprovechamiento económico del territorio, arrendamiento de pastos, cobro de impuestos y protección de pobladores pacíficos, a la vez que almacén de bienes o caja fuerte de la Orden.
Situado estratégicamente sobre un acantilado, en el que se construyó la presa del embalse de Peñarroya, el castillo conserva en el exterior un camino de acceso medieval, un humilladero y un foso. En el interior quedan antemuralla, liza, muralla medieval principal, torre del homenaje y una ermita del siglo xvii de marcado estilo barroco decadente en cuyo interior se encuentran pinturas a ambos lados del altar mayor, además de un retablo churrigueresco, el camarín de la virgen, el coro y una extraordinaria talla de estilo barroco del siglo XVII que primitivamente estuvo emplazada en el convento de los mercenarios de Argamasilla del Alba; patio de armas, ermita del siglo XII, y aljibe medieval.
En los comienzos del siglo XXI se encontraron en el exterior una necrópolis de rito islámico y un campo de silos de cronología indeterminada. Sirve como ermita o santuario de Nuestra Señora de Peñarroya, patrona de Argamasilla de Alba y de La Solana. Desde el embalse de Peñarroya, aguas arriba del Guadiana, se extiende el parque natural de las Lagunas de Ruidera.
El castillo de Santa María del Guadiana fue levantado por la Orden de San Juan en el Alto Guadiana a unos 5 kilómetros de la localidad. Destaca por estar edificado en terreno llano, algo excepcional en la época. Tras siglos abandonado, en 2020 se localizó su emplazamiento original.
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Argamasilla de Alba, o ‘Lugar Nuevo’ (así llamada en su segunda fundación), tuvo lugar hacia el año 1515 emplazándose cerca de Ruidera, en las proximidades de la Laguna del Cenagal, en la Dehesa de La Moraleja. Sin embargo, la proximidad del Alto Guadiana motivó su pronto despoblamiento debido a las fiebres palúdicas (fiebres tercianas) que generaban sus remansadas aguas.
Así, en 1531, fue preciso establecer un nuevo emplazamiento que tampoco duró mucho tiempo (cuatro o cinco años) y por las mismas causas. Entonces, se ubicó aguas abajo del Estrecho y del castillo de Peñarroya, concretamente en las inmediaciones de los molinos de Santa María de Alva. Pero, definitivamente, a petición del concejo argamasillero, representado por Juan de Zúñiga, alcalde de Peñarroya a Diego de Toledo, que por aquel entonces era el gran prior de San Juan (1542) (el duque de Alba), se trasladaron al ‘lugar nuevo’ actual, por reunir unas mejores condiciones de salubridad, y ser más provechoso por vivir más contentos y sanos sus habitantes.
Su singladura como ciudad importante no empezó hasta finales del siglo XVI. Un siglo más tarde, esta villa gozó de gran apogeo gracias, entre otras cosas, al establecimiento de bastantes familias moriscas, que venían emigrando después de los acontecimientos provocados por la rebelión de las Alpujarras. Estos nuevos vecinos aportaron todo su saber en técnicas de cultivo, riego y construcción.
En el siglo XVIII, a petición del infante Gabriel (hijo de Carlos III), que por entonces era prior de la orden de San Juan, se construyó el Gran Canal de Priorato de San Juan. Este canal transcurre por el centro de la villa y en los comienzos del siglo xxi seguía en funcionamiento y estaba perfectamente cuidado. En el siglo XIX, el infante Sebastián de Borbón, también prior de la Orden, compró la casa de Medrano, el caserón en cuya cueva estuvo preso Cervantes por un tiempo y donde pudo haber escrito parte del Quijote. A partir de ese momento se destinó a actividades culturales. En parte para celebrar la inauguración de la Cueva de Medrano, a instancias de José María Casasayas se celebró en Argamasilla de Alba un Coloquio de la Asociación de Cervantistas, entidad creada y dirigida por este. Muerto en 2004, se celebró un acto en homenaje suyo en 2005.
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