TALAVERA DE LA REINA (TOLEDO) Castilla La Mancha

 Vista de Talavera de la Reina.JPG

Talavera de la Reina


Basílica del Prado.jpg
Basílica de Nuestra Señora del Prado

Muralla TDR.JPG
Muralla albarrana

Colegial de Santa María la Mayor.JPG
Colegiata de Santa María la Mayor

San Prudencio Talavera.jpg
San Prudencio

Río Tajo y puente viejo

Panorámica interior de la Plaza de Toros

Río Tajo a su paso por Talavera

Puente de Santa Catalina

Puente de hierro

Puente de Castilla la Mancha


Embalse de la Portiña


Ribera del Tajo


Torre de la muralla árabe de Talavera


torre albarrana en la Calle Charcón


Fuente de cerámica en los jardines del prado


Paseo de las Murallas, Calle Carnicerías



Cerámicas de Talavera

Escudo original

Escudo oficial
Armas de la ciudad
Tiene por armas un castillo con dos toros a la puerta Nobiliario de los reinos y señoríos de España. Pintado de gules, castillo de oro y toros de lo mismo, sobre terraza de sinople 
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La vega del Tajo ha propiciado desde la prehistoria un continuo asentamiento de diversas culturas.​ Se conservan restos paleolíticos, neolíticos y calcolíticos en varios puntos de su área: dolmen de Navalcán,​ dolmen de Azután,​ dolmen de La Estrella​. La vertiente norte del valle del Tajo, conocida como Tajonar, con su característico relieve escalonado de terrazas aluviales cuaternarias sobre materiales graníticos paleozoicos, seguramente acoge las primeras poblaciones prehistóricas.

La antigua Talavera queda dentro de la zona habitada por los vetones.​ Se halla en un terreno fronterizo entre ambos pueblos, un punto de gran dinamismo de las culturas del Bronce Final o el Hierro,​ y constituye la ciudad más oriental de éstos en la actual provincia de Toledo en el momento de la conquista romana,​ estableciéndose el límite occidental de la presencia carpetana entre las ciudades de Toletum (Toledo) y Caesarobriga (Talavera).​ Dentro de los vestigios de la protohistoria vetona corresponde citar, entre otros, el verraco incrustado en el Torreón o Torre del Polvorín, que se conoce como la Cabeza del Moro, el de la finca La Alcoba​ y el de Talavera la Nueva.​

Centro urbano que se perpetúa durante el Imperium Romanum con el nombre de Caesarobriga se consolida en época flavia en el marco de la municipalización general de Hispania adquiriendo estatuto municipal​ y en 182 a. C. pasa a formar parte de la provincia de Lusitania como ciudad estipendiaria y capital del Convento Jurídico de Augusta Emerita. Es el centro económico y político de la comarca a la que pertenece, además de punto nodal estratégico en las comunicaciones entre el centro de la Meseta (la Carpetania) y el occidente peninsular (la Lusitania o, más próxima y exactamente, la Vettonia) a través del paso del Tajo.​ De la ciudad romana se conoce poco, por las transformaciones urbanísticas medievales y posteriores.​ Los romanos saben explotar su gran valor ecológico y agrícola dotándola de cultivos como la vid y el cereal, se desarrolla como centro de mercados e intercambios comerciales, acuña moneda propia y cuenta con un alfar de terra sigillata,​ un foro (del que se han hallado restos en la plaza del Pan)​ templos, anfiteatro y circo.

Con la llegada de los Visigodos el cristianismo se establece en Talavera. En 602 Liuva II regala a la villa la estatua de la Virgen del Prado, transformando la celebración pagana de la diosa Ceres en la fiesta primaveral de las Mondas, dedicada a la patrona. Los musulmanes llegan en 712 y proporcionan a la ciudad una muralla, el alcázar de Abderramán III, regadíos, fuentes y molinos de agua. Talabira, sin dejar de cultivar cereales y vid, sigue con su tradición comercial y comienza a afianzarse la tradición alfarera, principalmente por judíos, que conviven con musulmanes y cristianos. El primer gobernante conocido de Talavera en la época musulmana fue Amrus ben Yusuf quien protagonizó la famosa jornada del foso, cuando tropas talaveranas ejecutaron a nobles toledanos en el Alcázar de Toledo. Talavera tuvo su propio pero efímero reino de taifas de cuyo rey sabemos que se llamó Jazmín Hiaya. Talavera fue reconquistada por el rey Alfonso VI de León en el año 1083. La superficie del concejo medieval llegó a superar los 4000 km².

En el contexto del avance almorávide en la península ibérica entre finales del siglo XI y principios del siglo XII, la ciudad pasa temporalmente a manos de los musulmanes en el año 1109 (no retorna a territorio cristiano hasta por lo menos 1113)​ esta circunstancia constituye en su momento una amenaza para el control cristiano de la ciudad de Toledo.​


Sancho IV otorga a la villa el privilegio de la organización de dos ferias agrícolas al año, esto deriva en lo que hoy son las ferias de San Isidro en mayo y San Mateo en septiembre. El 24 de junio de 1328, Alfonso XI se casa con su prima hermana María de Portugal. Entre los regalos que le hace a la reina se encuentra la ciudad de Talavera, a partir de esa fecha toma el nombre de Talavera de la Reina. La Reina María ordenó encarcelar a la amante del rey Leonor de Guzmán en el alcázar de Talavera, donde murió ejecutada en 1351.​ Leonor de Guzmán fue la madre del primer monarca de la Casa de Trastámara, Enrique II de Castilla; este último cedió la ciudad al arzobispo de Toledo, Gómez Manrique, el 25 de junio de 1369.​ En el siglo XIV el alfoz talaverano comprendía un territorio delimitado septentrionalmente por los montes al norte de la ciudad y del Tajo y meridionalmente por los límite de la Tierra de Castilblanco y Valdecaballeros.​

Durante los siglos XV y XVI, Talavera alcanzó gran fama gracias a su cerámica, pruebas de ello se encuentran en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la Catedral Vieja de Salamanca (siglo XIII) o la Iglesia del Real Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos (siglo XIII).

Talavera y sus hijos ilustres como Francisco de Aguirre, Juan de Orellana o Jofré de Loaisa participaron activamente en la Conquista de América. Otros talaveranos influyentes fueron Fray Hernando de Talavera, confesor de Isabel la Católica, el Almirante Francisco Verdugo por sus gestas en Flandes, y el músico Francisco de Peñalosa.

Hechos importantes fueron la otorgación a Guadalupe de carta de jurisdicción y el asentamiento del gran alfoz de Talavera, conocido como Antiguas Tierras de Talavera que abarcaba en 1455 los territorios que iban desde Castilblanco, Guadalupe, Alía y el Valle del Ibor en Extremadura hasta el norte de Toledo. Hoy día la influencia talaverana es aún sensible en todos esos territorios.

A comienzos del siglo xvi se publicó la más importante obra de teatro de la literatura castellana, La Tragicomedia de Calixto y Melibea o La Celestina, escrita por el vecino y Alcalde Ordinario de Talavera desde el 14 de junio de 1508 hasta la fecha de su muerte, 5 de abril de 1541 ​Fernando de Rojas, nacido en La Puebla de Montalbán.

Durante el siglo xvii la ciudad vivió una época de oro cultural que dio comienzo con el padre de la Historia española, Juan de Mariana, que con sus estudios políticos influyó notablemente y se adelantó a las tesis de la Revolución francesa. Pero fue a partir del año 1750 cuando esta localidad alcanzó su pleno apogeo, con la llegada a la ciudad de las Reales Fábricas de Seda, en las que había empleados más de 4.000 trabajadores, y que funcionaron durante aproximadamente un siglo.

Imagen de un cuadro que ilustra la batalla de Talavera de 1809.
La guerra de la Independencia tuvo grandes consecuencias sobre Talavera, el 27 y 28 de julio de 1809 comenzó la batalla de Talavera entre tropas angloespañolas y francesas, sobre el Cerro de Medellín, al norte de la ciudad. Al final las tropas al mando del general Arthur Wellesley lograron expulsar a los franceses al otro lado del río Alberche.

En 1833 se estableció por parte de Javier de Burgos, la división territorial de España por provincias. Talavera, depauperada a causa de la guerra, perdió la oportunidad de convertirse en una provincia y sus tierras fueron divididas entre varias provincias actuales. El área más grande pasó a pertenecer a la provincia de Toledo, si bien el sentimiento comarcal era amplio en sus antiguas tierras.

Durante el siglo XIX aparecieron grandes maestros artesanos ceramistas en la localidad, con lo que se recuperó la tradición alfarera, y la llegada del ferrocarril a finales de siglo, supuso un avance impresionante, pues fue de las primeras ciudades españolas en contar con una estación ferroviaria y experimentó a partir de entonces un aumento de población, procedente sobre todo de los municipios de los alrededores, convirtiéndose en una de las localidades más pobladas del centro de la península.


Fuente de cerámica vidriada con decoración de un león coronado en azul, imitando la cerámica de Talavera


En el siglo xx la población siguió aumentando y por ello fue necesario proceder a la ampliación de la ciudad, con barrios de nueva creación. Talavera fue ganando prestigio como centro comercial importante de la zona centro.

También apareció un ceramista muy conocido, Juan Ruiz de Luna, en cuyo honor hoy existe el Museo de Cerámica Juan Ruiz de Luna. La obra de este alfarero puede verse en la Basílica de Nuestra Señora del Prado, en la Plaza del Pan, y en la fuente de rana del Colegio Juan Ramón Jiménez.

Durante la II República la ciudad vio surgir aunque solo fuera en planos la posibilidad de convertir una zona hasta ahora de secano en una zona de regadío.

Talavera de la Reina permaneció fiel a la República al producirse el golpe de Estado del 18 de julio de 1936; su nombre cambió al de Talavera del Tajo.​ Durante ese periodo se produjo una represión contra religiosos y partidarios del ejército sublevado. El 1 de septiembre de 1936 la aviación franquista bombardeó el popular barrio de Puerta de Cuartos, y causó algunos muertos e importantes destrozos. El 3 de septiembre las tropas rebeldes entraron en Talavera al mando del teniente coronel Yagüe y el comandante Castejón, quienes continuaron con la represión en este caso contra el bando derrotado. La ciudad sufrió también varios bombardeos de la aviación republicana, en julio de 1937 y marzo de 1938.

Durante el Franquismo se recuperó el proyecto republicano de convertir en regadíos la zona de Talavera; para ello se creó el Canal Bajo del Alberche y se fundaron nuevos pueblos: Talavera la Nueva y Alberche del Caudillo. Esto desencadenó una explosión demográfica. La población comenzó a crecer con gentes venidas de todos los pueblos de la provincia, el sur de Ávila y el este de Cáceres. A finales de la dictadura, la población era aproximadamente de 55.000 habitantes, superando en número a la de Toledo.


La restauración democrática se inició en Talavera con las primeras elecciones municipales, que dieron la victoria a Jesús García de Castro, cuyo legado más destacado fue su reivindicación de crear la provincia de Talavera, debido a su singularidad dentro de Toledo y a la necesidad de relanzar la mermada economía comarcal, reivindicación que fue perdiendo peso con el paso de los años -no obstante, su sucesor en la alcaldía, el socialista Pablo Tello, llegó incluso a solicitar la separación de la comunidad sur-castellana-. Estos años coinciden con los cambios político-sociales de la Transición en España, que tuvo su repercusión a nivel local en la creación de los partidos políticos, movimientos sindicales y asociaciones vecinales y otras de muy diversa índole.

Luis Antonio González Madrid fue el siguiente mandatario talaverano, elegido por el partido centrista CDS, cuya contribución fue decisiva para impulsar la cooperación del ayuntamiento con las asociaciones de vecinos en los asuntos municipales.

En 1989 volvió al gobierno el PSOE de la mano de Javier Corrochano, sucedido en el cargo por el también socialista Isidro Flores. Fueron los años del movimiento social NOSOTROS TALAVERA, creado con el objetivo de luchar contra la marginación de la comarca talaverana en las instituciones castellanomanchegas, tras la decisión del gobierno regional de trasladar la sede de la UNED a Toledo. Este movimiento, tras la exitosa huelga general y manifestación del 27 de febrero de 1992, consiguió que el entonces presidente José Bono firmara el conocido como "Documento Bono", en el que se incluían históricas reivindicaciones de los talaveranos como la creación de una universidad, mejoras en el abastecimiento de agua y creación de cinturones industriales, mejoras que en parte quedaron sobre el papel o no fueron resueltas como se demandaba -en 1994 la Universidad de Castilla-La Mancha abrió un campus residual dependiente del de Toledo, sin edificio propio y con solo 3 diplomaturas-.

Su voluntad se centra hoy en reforzar su intensa actividad comercial, con un moderno pabellón de ferias y eventos (Talavera Ferial), centros comerciales y turismo. El proyecto más añorado es, sin embargo, el Tren de Alta Velocidad AVE Madrid-Lisboa, previsto en un principio para el año 2008, pero que ha sido retrasado sucesivamente por el Gobierno central al año 2010, 2012, 2015 y actualmente hasta 2020. Se prevé de igual manera la creación de un nodo logístico dentro del eje atlántico y dependiente del Puerto de Sines en Portugal.

VISO DEL MARQUES (CIUDAD REAL) Castilla La Mancha

 

Palacio del Marqués de Santa Cruz
 Fue construido a finales del siglo XVI por Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz de Mudela, y es el único palacio de estilo italiano que se conserva en España. Actualmente es la sede del Archivo General de la Marina.


Pinturas manieristas al fresco que relatan la historia de la Armada española a través de las batallas más famosas en las que intervino.
Maqueta en el museo de la marina



Fachada principal de la iglesia de Ntra Sra de la Asunción

Fue levantada en el siglo XV. Pertenece al gótico decadente, de una nave, descentrada respecto al presbiterio por estar construida sobre los restos de otra más antigua. En sus paredes se halla un curioso detalle, "El lagarto de Viso", un cocodrilo disecado, de 4 o 5 metros de longitud, procedente del río Nilo, que fue traido a la localidad por el Marqués de Santa Cruz, Don Álvaro de Bazán, en una de sus expediciones.








Un recorrido por el Viso
Escudo de Viso del Marqués (Ciudad Real).svg
Escudo de Viso del Marqués
Escudo español jaquelado de quince piezas, de sable y plata; La bordura de gules de Cargada de ocho aspas de oro. El TODO Cargado de escusón de plata con Una cruz flordelisada de gules. Al timbre, corona real cerrada.
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Tierra de olivos y de grandes cotos de caza mayor, fue habitado desde la antigüedad y ya era nombrado en el siglo XII en las crónicas de las andanzas del rey Alfonso VII "el Emperador" como «Viso del Puerto» (siendo éste el Puerto Muradal, antesala de Despeñaperros, principal vía de comunicaciones entre La Mancha y Andalucía). Al haber constancia de que el monarca pasó la noche en el pueblo retornando a León desde Almería, se especula acerca de si su muerte (1157) sucedió en el municipio, dado que se dice que ocurrió en un paraje llamado «La Fresneda» y es el Fresnedas el principal río que baña este entorno, de suerte que da nombre a dos dehesas antiguas del lugar. Esta teoría se ve sustentada por las Relaciones topográficas de Felipe II, donde se comenta lo siguiente:

Se tiene por cosa pública y notoria haberse fundado en el dicho tiempo en que el dicho señor rey don Alonso y el Maestre de Calatrava fueron ganando esta tierra a los moros. Y, en tiempo que el dicho rey don Alonso hobo de pasar desta villa adelante al Puerto Muladar, en seguimiento de los dichos moros, dexó en esta villa veynte y cuatro ballesteros a manera de presidio para que guardasen y asegurasen esta tierra; y de aquí dicen los viejos y antiguos haberse fundado esta dicha villa y que siempre ellos así lo oyeron a sus pasados.

«Un coin d'El Viso» por Vierge (Au pays de Don Quichotte, 1901)
Tras la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212, el Viso es cedido en encomienda a la Orden de Calatrava y se nombra la localidad con ese nombre en el Fuero de Villarreal de Alfonso X el Sabio en 1281. Pero en 1539, el rey Carlos I vendió la Encomienda de Viso y Santa Cruz al almirante Álvaro de Bazán ("el Viejo"), padre del también marino Álvaro de Bazán primer marqués de Santa Cruz.

En 1611, Álvaro de Bazán Manríque de Lara fue nombrado marqués del Viso, motivo por lo que cambió la denominación del pueblo a "Viso del Marqués".

En 1767 el rey Carlos III creó el trazado del nuevo Camino Real de Andalucía, por el desfiladero de Despeñaperros. Por lo que en 1785 se trasladó el Camino Real Toledo-Granada, que pasaba por Viso, a la población de Almuradiel.

CAMPO DE CRIPTANA (Ciudad Real) Castilla La Mancha

Vista de la localidad, con un molino

Molinos de viento 

En 1575, las Relaciones Topográficas de Felipe II mencionan «muchos molinos» en el municipio de Campo de Criptana. El estudio catastral del Marqués de la Ensenada de 1752, censa treinta y cuatro molinos de viento en esta localidad,
En 1846 en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, Vol. 5 de Pascual Madoz dice: «27 molinos harineros, uno de agua en el Záncara que sólo muele dos veces al año; un batán en el mismo río».

En el 1870 hubo un declive en la molienda de los molinos por la aparición en el mercado europeo de los granos americanos, rusos y australianos. De todas formas su declinar fue lento. La harina para el pan fue lo primero que tuvieron que dejar de fabricar. No obstante, la harina de almortas y la molturación de piensos para el ganado siguió hasta el siglo XX. Queda noticia de que en Campo de Criptana, los molinos funcionaron hasta entrados los años 50.

Molino Burleta
También llamado «Burlapobres». Probablemente, el nombre haga alusión a la sospecha de prácticas fraudulentas del molinero. Está situado en el paraje de «La Sierra» del municipio, a una distancia de 350 pasos del casco urbano. Los trabajadores del molino eran sus propietarios. Su renta anual era de una 26 fanegas de trigo cada año, que daban un ingreso de 468 reales al molinero.

Molino Infanto
Llamado así por sus propietarios: Infantas, que eran una de las familias más ricas del pueblo. Está situado a unos 200 pasos del casco urbano. Este molino estaba arrendado por los propietarios, que entregaban el tercio de las maquilas obtenidas, o recibían una renta fija del molinero.

Molino Sardinero
Probablemente, el nombre proceda del apellido o del apodo del primer propietario de este molino. Está situado en el Cerro de la Paz, el único dentro del casco urbano. En el Catastro del Marqués de la Ensenada no hay datos del propietario ni de la renta.

Otros molinos
Hay otros siete molinos en La Sierra: el "Poyatos", sede de la oficina de turismo; el "Inca Garcilaso", que guarda el museo de Labranza; el "Cariari", con el museo de Enrique Alarcón; el "Pilón", donde se encuentra el museo del Vino; el "Lagarto", museo de la Poesía; el "Culebro", dedicado a Sara Montiel y el "Quimera" dedicado al poeta chileno Vicente Huidobro.

Central térmica
Iglesia del Convento de los Carmelitas Descalzos
Inaugurada en 1958, se levanta sobre el solar de la construida a lo largo del siglo XVI sobre otra anterior, fue incendiada en agosto de 1936, es de una sola nave con bóveda de cañón y presenta capillas a ambos lados, lo mas llamativo de ella es la bóveda vahida del crucero y en el exterior su elevada torre. Tiene un estilo ecléctico, mezcla de diversas influencias de la que destaca la clasicista vigente de ll arquitectura española posterior a la última guerra civil. En su interior, además de las vidrieras de los extremos del crucero, que representan a Santo Tomas de Villanueva y a San Juan de Ávila, son de interés dos tallas escultóricas en madera, la llamada virgen de Villajos de finales del siglo XIII y de la del Cristo de la Expiración, esta última de Juan Cristóbal, artista del siglo XX. Así mismo, merece la atención del visitante las pinturas que decoran el altar mayor. Fuente: Ayuntamiento de Campo de Criptana.

Barrio del Albaicín

Puesta de Sol en los Molinos de Campo de Criptana

Monumento a Miguel de Cervantes

Monumento a Sara Montiel en su Campo de Criptana natal

Escudo de Campo de Criptana (Ciudad Real).svg
Escudo de Campo de Criptana
Escudo partido. La primera parte de azur con dos menguantes de plata; y la segunda de gules, con un castillo de oro, aclarado de gules y surmontado de un lucero también de oro. El escudo se representa cargado sobre el pendón de Castilla y una cruz de Santiago. Las armas ya eran conocidas en tiempos de Felipe II.
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La historia de esta localidad es la de los diferentes poblamientos que existieron dentro de su actual término municipal, varios de los cuales se unieron en el siglo XIV para formar la actual localidad de Campo de Criptana que, a la postre, fue la única que ha continuado habitado hasta la actualidad.

Por los restos arqueológicos encontrados se puede afirmar que el término municipal de Campo de Criptana ha sido un área poblada desde el neolítico. Una vez iniciada la época de los metales, los asentamientos del término quedaron dentro del área de la cultura del Vaso Campaniforme y posteriormente en la denominada cultura de Cogotas I. Ya dentro de la Edad del Hierro, los poblamientos locales formaron parte del extremo sureste dentro del territorio de los carpetanos.

Iniciada la época histórica, se puede considerar que la primera reseña de sus poblaciones fueron las menciones que el historiador romano Tito Livio hizo de Alce y Cértima durante su relato de la conquista romana de Hispania. Ya en época romana, el ascenso a la categoría de municipium de la vecina Consabura (Consuegra) y su desarrollo consiguiente, hizo que las localidades del término experimentasen un marcado declive. Durante el bajo imperio, parece que la comarca se articuló en torno a una importante villa surgida en la actual Alcázar de San Juan.

Tras la caída del Imperio Romano, el término municipal inicialmente formó parte del efímero reino alano para pasar después al dominio visigodo. Durante esta época, la población parece centrarse en el poblado de Villajos y en torno al puesto fortificado existente en el Cerro de la Virgen, lugares donde se mantuvo ya en época musulmana, en la cual, el término municipal quedó bajo la esfera de la ciudad de Toledo, tanto durante el califato como durante la Taifa de Toledo a la cual perteneció.

Durante el proceso de reconquista, iniciado en la región por Alfonso VI con la toma de Toledo, las poblaciones del término pasaron de manos musulmanas a cristianas y viceversa en varias ocasiones no quedando consolidada la pertenencia al territorio castellano hasta la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa. El término municipal quedó integrado en el Reino de Toledo y al poco pasaría a formar parte de los territorios pertenecientes a la Orden de Santiago quien, durante las siguientes décadas, fue otorgando cartas puebla, fueros y privilegios para fomentar la repoblación de las diferentes localidades existentes en el término, entre las cuales se fundó -alrededor del 1300- la villa de “El Campo” que sería la que más prosperaría y acabó absorbiendo la población de las restantes acabando siendo denominada como Campo de Criptana.

La villa experimentó un notable crecimiento en el siglo XVI durante el que se construyeron buena parte de los monumentos hoy existentes en la población además de iniciarse la producción de harina en sus conocidos molinos de viento, los cuales, en el siglo siguiente, quedarían inmortalizados por Cervantes. Al contrario que el anterior, ese siglo XVII significó para la localidad una época de decadencia en la que perdió buena parte de sus habitantes cuyo número no comenzaría a recuperarse hasta el siglo XVIII.

El área de Campo de Criptana fue escenario de la actuación de las guerrillas en la Guerra de la Independencia durante la cual, se dieron varios combates en la población entre fuerzas españolas y napoleónicas. Tras la muerte de Fernando VII, también la I Guerra Carlista tuvo que sufrirse en la comarca y la localidad sería objeto de ataques a manos de los combatientes anti-isabelinos.

Pasado el reinado de Isabel II, la localidad experimentó un notable desarrollo ayudado por la pronta llegada del ferrocarril que la conectó con Madrid y con el puerto de Alicante. Durante la segunda mitad del siglo XIX, sufrió la crisis cerealística europea de la que salió reconvirtiendo gran parte de sus cultivos de cereal hacia el viñedo. Este hecho la marcó de manera importante ya que la mayor necesidad de jornales para el cultivo de la viña ayudó a fijar e incrementar la población a la vez que también se desarrolló un importante tejido empresarial -bodegas y fábricas de alcohol- en torno al procesamiento de la uva y en el que participaron inversores llegados de otras regiones de España.

El primer tercio del siglo XX significó para Campo de Criptana una época de notable crecimiento durante la cual duplicó su número de habitantes. El continuo desarrollo del sector vitivinícola permitió una buena situación económica y el surgimiento de una importante actividad cultural con mejora de la escolaridad, actividades en el teatro municipal, publicaciones de prensa local o la fundación de su equipo de fútbol en 1925. La evolución de este periodo se truncó en los años 30 en los que el sector del vino sufrió una importante crisis y la población no fue ajena a los conflictos sociales que surgieron a nivel nacional y que desembocaron en la Guerra Civil, contienda durante la cual, la villa permaneció en todo tiempo dentro del territorio republicano.


Tras la difícil recuperación de la Guerra Civil, la localidad sufrió durante los años 50 una importante crisis demográfica debido a la mecanización agrícola que dejó sin ocupación a buena parte de su población. Esta crisis se agravó en décadas siguientes debido al esquema desarrollista de la dictadura que fijo unos polos de industrialización de los que fue ajeno el área de Campo de Criptana y que significaron la emigración de buena parte de sus habitantes. No sería hasta bien entrado el periodo democrático, en los años 80, cuando la población pudo recuperarse y aumentar su número de habitantes a lo que finalmente contribuyó de manera importante el boom constructor del siglo XXI y la llegada de inmigrantes desde otros países.

ALCAZAR DE SAN JUAN (Ciudad Real) Castilla La Mancha

Ayuntamiento. Antiguo Casino
Se han encontrado en el término municipal hachas pulimentadas, puntas de flecha y cerámicas; se cree que pudo haber algunos asentamientos celtíberos e incluso pudo ser tal vez la antigua Alces, una ciudad prerromana celtíbera conquistada por el pretor romano Sempronio Graco el año 179 a. C. que es nombrada en sus Anales por el historiador romano Tito Livio,​ por más que en el Itinerario de Antonino, del siglo III d. C., se la designa con el nombre de Murum; situada junto a la vía o calzada romana que unía Augusta Emerita (Mérida) con Caesaraugusta (Zaragoza) a través de Toletum (Toledo), 

Casa de Don Oliverio Martinez y Mier

Iglesia de San Francisco

En el siglo xvI la villa vivió un gran esplendor; en 1530 contaba 18 480 habitantes y vivían en ella muchos ricos hombres y cortesanos. Las familias Cervantes, Valdivielso y Díaz Morante le dieron lustre; son célebres también los dos pintores Barroso y Sánchez Cotán; los religiosos Juan Cobo y Diego de Torres Rubio evangelizan las Indias orientales y occidentales, uno aprendiendo la lengua china y otro la quechua. El 2 de marzo de 1532 se bendijo el Convento de San Francisco de Asís, de estilo gótico de transición, mandado construir por Diego de Toledo, Prior de la Orden de San Juan y duque de Alba, y en él se funda la franciscana Universidad de Alcázar con cátedras de Medicina, Teología, Historia sagrada y Filosofía, ampliada en el siglo xvii con dos materias más, Gramática y Artes.

En el reinado de Carlos I se divide la Orden de San Juan en dos grandes prioratos, el de Castilla con sede en Consuegra y el de León con sede en Alcázar, siendo el primer prior de este último Antonio de Zúñiga y el primero del de Castilla Diego de Toledo. El prior de León no residía en Alcázar, sino en la Corte, y para los asuntos de Alcázar era representado por un caballero de San Juan con título de Gobernador y Justicia Mayor, a lo que se agregaban algunos además el de "Lugarteniente del Gran Prior". Es en este siglo cuando se crea en Alcázar la famosa fábrica de pólvora, la más importante del reino y que llegó a emplear hasta 500 hombres en alguna época.​

Además un breve pontificio del año 1537 del papa Paolo lll convierte la parroquia de Santa María la Mayor en colegiata de Santa María la Mayor y se crea en ella el Cabildo de San Pedro y San Pablo.[cita requerida] En 1546 se levanta para atender la Ermita de la Inmaculada un convento atendido por monjas clarisas que vienen de Toledo, el Convento de Santa Clara; a ellas se atribuye la receta de las famosas tortas de Alcázar.[cita requerida] En 1601 doña María de Pedroche dona una casa solariega para fundar un convento nuevo para estas clarisas porque se quedó pequeño el viejo; este convento nuevo es el de San José.

Iglesia de Santa Quiteria

En 1603 se construyó una nueva iglesia en la antigua parroquia de Santa Quiteria que fuera más espaciosa según los planos de Juan de Herrera, constructor del Monasterio de El Escorial, de forma que la iglesia es de estilo herreriano.

En 1619 se abren dos cátedras más en la universidad franciscana: Gramática y Artes. En 1623, Diego de Toledo y Guzmán da orden de crear un corral de comedias en la villa, que participa así del gran esplendor cultural del Siglo de Oro.

En 1625 es bendecido y consagrado el convento de la Santísima Trinidad, dedicado a Nuestra Señora de Gracia, de estilo barroco y regentado por los padres trinitarios; entre 1665 y 1670 estuvo desterrado en el palacio de la Orden de San Juan por razones políticas, el príncipe Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV y la actriz María Calderón "La Calderona".

Iglesia de la Santísima Trinidad

Iglesia Parroquial de Santa María
Apenas se conservan restos del periodo visigodo, aunque hay elementos de este origen en el importante y hermoso templo de Santa María la Mayor. La invasión musulmana en el año 711 convirtió a La Mancha en tierra de nadie y el pueblo invasor creó un importante entramado defensivo que denominó en su lengua Al-kasar, que significa "palacio fortificado", dando nombre a la población (aunque también existen evidencias de otra ciudad musulmana en el paraje de Piédrola​).

Torreón del Gran Prior Don Juan de Austria.
 Forma parte del Conjunto Palacial del Gran Prior, junto con la Capilla de San Juan Bautista, El Cubillo y la Iglesia de Santa María la Mayor.

El siglo XIX empieza con una gran decadencia; se persiguió a los liberales en el tumulto del 2 de mayo de 1823 y, tras la Década ominosa, la desigual desamortización concentró en pocas manos grandes latifundios y dejó a una gran masa de jornaleros sin la posibilidad de conquistar su independencia económica; además causó una gran destrucción del patrimonio artístico, por ejemplo en el convento de San Francisco, del que solo quedó la iglesia.

Sin embargo, en 1854, tras la llegada del ferrocarril a España, el trazado del ingeniero inglés Mister Creen situó en la villa una estación con un nudo ferroviario de extraordinaria importancia y el 24 de mayo de 1858 la reina Isabel II inauguró la línea Madrid-Alicante que pasaba por la ciudad. El comercio se fortaleció y se abrieron nuevos horizontes para exportar vino y queso manchego a coste más reducido. La fábrica de pólvora, que había reducido paulatinamente su producción, cerró definitivamente en 1868.6​ La revolución de 1868 supuso el cierre del convento de Santa Clara, transformado en un cuartel. En 1877 Alfonso XII concedió a Alcázar el título de ciudad y a fines de siglo se reabren los conventos de Trinitarios, que crean un colegio en 1882, los franciscanos vuelven a Alcázar y abren de nuevo la iglesia monumental de San Francisco de Asís en 1899.

Cartel de la casa de Cervantes

Estación de Alcázar de San Juan
A principios del siglo xx se vive una mejoría de la economía debido a la influencia del nudo ferroviario establecido en la población. Se crean varias infraestructuras y sociedades alrededor de la misma, como la guarnición militar dependiente de la Academia de Infantería de Toledo en 1906. La llegada de este cuerpo de militares hizo que se precisase un estudio del abastecimiento de agua potable a la población en el que se involucraron muchas personas del pueblo, fundando ese mismo año la Sociedad de Aguas de Alcázar de San Juan. Tras un estudio de la calidad de varios pozos, se eligió la del Pozo de las Perdigueras, por aquel tiempo perteneciente a Miguel Henríquez de Luna, quien en 1907 accedió a vender el terreno necesario donde excavar un pozo capaz de abastecer al municipio.
El antiguo Convento de Santa Clara, reconvertido en hotel




Casa Párraga

La antigua Posada de Santo Domingo, convertida en Museo Municipal

En 1929 se derriba el antiguo Ayuntamiento, construido en 1622, y el edificio del antiguo Casino pasa a ser Casa Consistorial. Oliverio Martínez y Mier,8​el notario y diputado a cortes por Alcázar de San Juan contrata los servicios del arquitecto modernista Críspulo Moro Cabeza para la remodelación del edificio del casino y realizar un plan de reforma y modernización de las plazas del centro del pueblo, así como la construcción de una plaza de toros municipal.

En 1936, la guerra civil española da al traste con el incipiente progreso económico y social. Alcázar queda en territorio republicano y en octubre de 1936 se crea en Alcázar la 3.ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República, un cuerpo de carabineros que participó en casi todas las principales batallas que tuvieron lugar durante la contienda. El bando sublevado bombardea en varias ocasiones la ciudad y causa graves destrozos, debido a su especial importancia como nudo ferroviario y paso obligado para acceder al sur peninsular.
Tras la guerra, Alcázar de San Juan, sufre la miseria de la posguerra como el resto de España. El abandono de la autarquía y el Plan de Estabilización de 1959 y los Planes de desarrollo dan lugar a la aparición y crecimiento de un polígono industrial. Se asientan algunas empresas relacionadas con el nudo ferroviario y del sector servicios, convirtiendo a Alcázar en la cabeza de comarca de poblaciones cercanas, y recibiendo incrementos sucesivos de su población. Al finalizar el siglo xx, Alcázar de San Juan cuenta con 28 000 habitantes, siendo una de las ciudades más populosas de la provincia de Ciudad Real.

En 1994 se construye el Hospital Mancha-Centro, de gran importancia dentro del servicio de salud de la comunidad autónoma.






Hoy se conservan 4 de los 19 molinos de viento y 2 de agua que llegó a tener la ciudad. Se han musealizado dos molinos. Uno como Centro de Interpretación del Paisaje Manchego y otro alberga una reconstrucción de la maquinaria original del siglo XVI que realiza moliendas tradicionales en diversas fechas a lo largo del año.

Virgen del Rosario Coronada, 
Patrona de Alcázar de San Juan. Sus fiestas se celebran el primer domingo de octubre

Parque Alces

Estatua de Cervantes

Pabellón deportivo multiusos Vicente Paniagua

En noviembre de 2017 se inauguró el nuevo pabellón deportivo multiusos Vicente Paniagua

Museo casa del Hidalgo



Tras la desastrosa derrota cristiana en la batalla de Alarcos (1195) hubo una efímera retirada de las tropas castellanas, pero la victoria de las Navas de Tolosa (1212) supuso la cristianización definitiva de la comarca, aunque persistió aún una importante población morisca y judía. Se revitalizó la repoblación para cambiar este estado de cosas: abundan las franquicias y privilegios concedidos por los reyes a quienes deseen instalarse en estas tierras desde otros reinos.

Sancho IV autorizó a fines del XIII al Comendador de Consuegra para que fijara los términos municipales de Alcázar en las tierras de la Orden de San Juan, aunque ya el Gran Comendador había comenzado a reconstruirla; con el privilegio de Sancho IV (que es el pergamino más antiguo que contiene su Archivo Municipal) la población se convierte en Villa, adquiere escudo propio y queda delimitada con un término municipal muy extenso, lindante con tierras de las Órdenes de Santiago y Calatrava. Desde entonces se denominó a la villa bien como "Alcázar de Consuegra" o bien como "Alcázar de San Juan", por la Orden Militar que la protegía. La Orden Militar de los Hospitalarios de San Juan entró a España cuando fue expulsada de la isla de Malta y se estableció en 1189 en La Mancha formando el Gran Priorato de Castilla y León; en el siglo xIII construye el edificio más característico de la villa, el Torreón del Gran Prior o Torreón de Don Juan de Austria.

Escudo de Alcázar de San Juan
Escudo español. Trae en campo de azur Sobre terrasa de Oro, la ONU castillo de oro mazonado de sable y ACLARADO de gules, y, en Actitud de acometer contra el castillo, un caballero a caballo, Sosteniendo en la diestra Una lanza y en la siniestra ONU estandarte de la Orden de San Juan. Va acolado El Escudo de la cruz de San Juan o de Malta, en plata.


Atraviesan el término municipal los ríos Cigüela, Záncara, Guadiana Alto y Amarguillo, ninguno de los cuales suele fluir durante todo el año. Todos ellos aportan su caudal al río Guadiana.

Abarcando buena parte del subsuelo del término municipal, se encuentra una importante reserva de agua subterránea, conocida como Acuífero.

Tienen además cierta importancia por su riqueza biológica las lagunas, principal exponente de La Mancha Húmeda, en particular el complejo lagunar de Alcázar de San Juan. Próximo a la población, está compuesto por tres lagunas, llamadas La Veguilla, Laguna del Camino de Villafranca y Laguna de Las Yeguas. Es una zona de alto valor natural, lo que ha propiciado la adopción de figuras de protección y reconocimiento como: refugio de fauna, zona de especial protección de aves (ZEPA), Reserva de la biosfera de la Mancha Húmeda (UNESCO), Humedales de importancia internacional (RAMSAR). Su acopio permanente de agua las han convertido en un importante refugio de aves en tiempos de sequía, debido a la reducción de otros espacios como el Parque nacional de las Tablas de Daimiel. Durante todo el año pueden encontrarse aves como flamencos y garzas.

Además podemos encontrar las lagunas de Pajares, de los Carros y del Cerro Mesado, ninguna de las cuales tiene agua durante las estaciones secas.